La Comisión Federal de Electricidad (CFE) ha anunciado un ambicioso plan para fortalecer la infraestructura eléctrica de México, con la adición de 8,490 megawatts (MW) a su capacidad de generación. Este esfuerzo, que forma parte de una inversión de 130,000 millones de pesos, está destinado a modernizar y expandir su red de transmisión y distribución de electricidad en los próximos años, con el objetivo de asegurar un suministro más confiable y eficiente en todo el país.
En un comunicado, la CFE explicó que este incremento en la capacidad de generación se realizará en el marco de un plan de inversiones “sin precedentes” por 20,000 millones de dólares. Lo notable de este proyecto es que se financiará íntegramente con recursos propios, sin recurrir a endeudamiento, lo que refuerza la posición de la empresa como un pilar fundamental en la política energética del país.
La CFE, actualmente liderada por Emilia Calleja Alor, detalló que los 8.4 mil MW adicionales representan el doble de la capacidad combinada de todas las plantas hidroeléctricas en el río Grijalva, una de las fuentes más importantes de generación hidroeléctrica en México. Este esfuerzo contribuirá significativamente a fortalecer la autosuficiencia energética de México y permitirá un mayor acceso a electricidad en diversas regiones del país.
Este lunes, en la entrega de sus resultados financieros y operativos a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) correspondientes al tercer trimestre de 2024, la CFE expresó su confianza en que la reforma energética recientemente aprobada mejorará su competitividad. La reforma, impulsada por el gobierno actual y avalada por el Congreso de la Unión, implica la reincorporación de la CFE como una única empresa pública, lo cual, según la compañía, permitirá «recuperar eficiencias técnicas, operativas, administrativas y financieras» que se traducirán en una reducción de costos y un aumento de ingresos.
Este cambio estructural es producto de modificaciones a los Artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, que transforman a la CFE y a Petróleos Mexicanos (Pemex) de empresas productivas del Estado a empresas públicas del Estado. La intención es centralizar la operación de las seis subsidiarias de generación eléctrica (CFE Generación I a VI) creadas en la reforma energética de 2013-2014, buscando optimizar recursos y simplificar la gestión operativa y financiera.
La CFE también destacó que, en colaboración con el gobierno federal, ha dado un paso estratégico en el sector energético al concluir, en febrero de este año, la adquisición de 13 plantas de generación eléctrica de Iberdrola, la multinacional española. Este paquete, compuesto por 12 plantas de ciclo combinado y una eólica, suma una capacidad instalada de 8,539 MW, lo que permitirá a México reducir su dependencia de productores privados y fortalecer el control estatal sobre la generación de energía.
Este proyecto se enmarca en la política energética de «soberanía y autosuficiencia» promovida inicialmente por el ex presidente Andrés Manuel López Obrador y continuada por la actual administración de Claudia Sheinbaum Pardo. La estrategia busca garantizar un acceso equitativo a la energía, disminuir la dependencia de importaciones y desarrollar capacidades internas para hacer frente a la creciente demanda energética, especialmente en sectores industriales y zonas con expansión económica.
En resumen, la CFE se prepara para una transformación sin precedentes que no solo incrementará su capacidad de generación y mejorará la infraestructura de transmisión y distribución, sino que también posicionará a México hacia una mayor independencia energética. Este ambicioso plan de inversión es una muestra de la visión a largo plazo de la CFE y del gobierno mexicano para asegurar el suministro eléctrico, reducir costos operativos y, a su vez, potenciar el desarrollo del país con un sistema eléctrico robusto y de calidad.