El gobierno de México, en su esfuerzo por impulsar el crecimiento del sector energético, se comprometió a fortalecer a las empresas del Estado —Petróleos Mexicanos (Pemex) y la Comisión Federal de Electricidad (CFE)— sin afectar la participación de las empresas privadas. Altagracia Gómez Sierra, coordinadora del Consejo Asesor de Desarrollo Económico Regional y Relocalización de Empresas, destacó que el objetivo no es limitar la inversión privada, sino asegurar la estabilidad y soberanía del Sistema Eléctrico Nacional.
“Será prioridad fortalecer a Pemex y la CFE, pero sin detrimento de las empresas privadas, para crear un sistema eléctrico robusto que garantice la seguridad energética del país,” señaló Gómez Sierra durante la inauguración de la 14ª edición del Congreso Conjunto de Asociaciones de Energía, celebrado esta semana en Ciudad de México.
Un Contexto Propicio para la Inversión en Energía
En su intervención, Gómez Sierra afirmó que México «está ávido de inversiones» no solo en el sector energético, sino también en otros sectores que requieren un suministro eléctrico confiable y de largo plazo, como la manufactura avanzada, los data centers y los parques industriales. Estas áreas representan oportunidades significativas para los constructores eléctricos, quienes jugarán un rol clave en el desarrollo y modernización de la infraestructura energética.
Para facilitar esta inversión, el gobierno está comprometido a establecer «reglas claras y una visión de largo plazo» que brinden certidumbre a los inversionistas. Este marco de estabilidad regulatoria resulta fundamental para atraer capital y fomentar el crecimiento sostenible del sector.
La Alianza Público-Privada en el Plan Nacional de Energía
La estrategia del gobierno federal, plasmada en el próximo Plan Nacional de Energía (PNE), prevé una distribución equilibrada en la generación eléctrica: un 54% de participación para el Estado y un 46% para el sector privado. Este esquema mixto busca combinar la fortaleza de las instituciones estatales con la innovación y eficiencia del sector privado.
Gómez Sierra también anunció la creación de mesas de trabajo para abordar inquietudes de la industria y recoger propuestas que nutran el PNE. Estas mesas permitirán a las empresas privadas y a las asociaciones del sector participar activamente en el diseño de la política energética, consolidando un modelo inclusivo y colaborativo. La inclusión de las propuestas de la industria permitirá adaptar el marco regulatorio a las realidades del mercado y a las necesidades tecnológicas actuales.
Oportunidades para los Constructores Eléctricos en México
Este impulso a la infraestructura energética representa una gran oportunidad para los constructores eléctricos en México. Con el crecimiento en la demanda de parques industriales, data centers y proyectos de generación renovable, se prevé una necesidad creciente de instalaciones eléctricas especializadas, subestaciones, sistemas de transmisión y redes de distribución. La visión del gobierno de apoyar polos de desarrollo y promover zonas industriales estratégicas abre la puerta a proyectos de gran envergadura donde los constructores eléctricos pueden aportar su experiencia.
Además, la modernización de la infraestructura de transmisión y distribución, una prioridad de la CFE, requerirá contratistas especializados en soluciones avanzadas que permitan optimizar el uso de la red y garantizar la estabilidad del suministro. La transición hacia una infraestructura más resiliente y la integración de fuentes de energía renovable también son áreas clave de oportunidad para la industria.
Un Enfoque en la Sustentabilidad y Soberanía Energética
En el contexto de las reformas energéticas impulsadas por la administración de Claudia Sheinbaum Pardo, se enfatiza la importancia de recuperar y consolidar la soberanía energética de México. Esto incluye un compromiso firme con la transición hacia energías renovables, especialmente solar y eólica, en las cuales el país tiene un alto potencial. La participación de la iniciativa privada será fundamental en este proceso, proporcionando el financiamiento y las tecnologías necesarias para la expansión de las fuentes limpias.
La adquisición reciente por parte del gobierno de 13 plantas de generación de Iberdrola, con una capacidad instalada de 8,539 MW, subraya esta estrategia de expansión y fortalecimiento de la infraestructura energética. Este paquete de plantas, que incluye 12 de ciclo combinado y una eólica, se suma a la capacidad de generación del país y representa una muestra de colaboración entre actores públicos y privados.
Conclusión: Una Visión de Largo Plazo para la Industria Energética
Con la confirmación de Gómez Sierra en su rol de coordinadora del Consejo Asesor de Desarrollo Económico Regional y Relocalización de Empresas, la administración busca asegurar que las inversiones en infraestructura energética se realicen de manera estratégica, priorizando el desarrollo social y económico de las regiones. La consolidación del sector energético bajo un esquema de reglas claras, visión de largo plazo y un modelo de colaboración público-privada marca un nuevo rumbo para México.
La participación activa de constructores eléctricos, proveedores de tecnología y empresas de infraestructura será crucial para el éxito de este plan ambicioso. En este entorno, las empresas del sector tienen una oportunidad única de contribuir al crecimiento sostenible y a la modernización del sistema energético del país, al tiempo que fortalecen su posición en el mercado mexicano.