El mercado de la energía solar ha ido en rápida expansión, debido a los beneficios ambientales y económicos que ofrece para los usuarios domésticos e industriales de la electricidad, sobre otro tipo de energías.

Con la llegada de la Reforma Energética se presentan nuevas oportunidades, como la renta o venta de energía o de los equipos fotovoltaicos, para quienes no tengan la posibilidad de adquirir su propio sistema, a través del modelo de negocios Leasing. Esto es posible gracias a la competitividad del mercado fotovoltaico que ofrece diferentes opciones para que los usuarios abastezcan su consumo eléctrico, así como a la nueva reglamentación de Generación Distribuida desarrollada por la Comisión Reguladora de Energía.

Las regulaciones de la Reforma Energética llegaron a la generación distribuida con un modelo muy abierto, en el momento en el que han bajado los precios de los módulos solares, de tal manera que al iniciar este año un sistema solar es aproximadamente 20 a 25 por ciento más económico, en términos de valor de dólares

Este marco permite la venta de energía entre particulares, al otorgar la posibilidad de que un usuario rente un equipo fotovoltaico a un tercero o venda el exceso de electricidad generado en casa por su sistema fotovoltaico. El servicio tendría un costo 10 o 20 por ciento menor al de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), lo cual representaría un importante beneficio económico para los consumidores eléctricos.

La tarifa domiciliaria de alta consumo creció 25 por ciento en 2016, mientras que las tarifas comerciales básicas de media crecieron 43 por ciento. “El resultado neto es que invertir en un sistema solar en México, aún con la devaluación del peso, es más rentable que en cualquier momento de la historia, ya que el retorno de la inversión es de cuatro años para los sistemas domiciliarios de alto consumo”.

Se estima que el crecimiento de la potencia acumulada instalada sea de 460 MW para 2017 y continúe en ascenso, ya que el modelo de negocios de venta de sistemas cambiará de la compra de sistemas fotovoltaicos a la renta o compra de energía a un tercero, sin necesidad de ser controlada mientras no se utilicen las redes de distribución.